Todos, en alguna ocasión, hemos tratado de «llamar a la buena suerte» realizando rituales como cruzar los dedos, buscar un trébol de cuatro hojas, tocar madera, evitar pasar debajo de una escalera o ver a un gato negro; sin embargo, ninguna de estas cosas nos va a dar buena suerte y además existen formas más científicas para tenerla.
A menudo, las personas solemos cometer dos errores fundamentales a la hora de valorar nuestra suerte. El primero, es pensar que somos responsables de nuestra buena suerte, pero no de nuestra mala suerte. Y el segundo, es creer que la suerte sólo favorece a aquéllos que están en el lugar adecuado y en el momento adecuado, cuando en realidad las oportunidades se nos presentan a todos.
El psicólogo Richard Wiseman realizó investigaciones sobre la suerte y llegó a la conclusión de que sólo el 10% de nuestra existencia es aleatoria y el 90% restante se define por nuestra forma de pensar y actuar. Estudió a las personas que se consideraban afortunadas y a las que no, llegando a encontrar que podemos hacer algunas cosas para tener buena suerte y éstas son:
- Reconoce y Aprovecha las oportunidades que se te presentan. Ten una actitud abierta ante la vida, fíjate en las oportunidades que se te presentan y no las dejes escapar.
- Crea oportunidades nuevas, sal de tu rutina, haz cosas nuevas y provoca situaciones diferentes para abarcar más posibilidades.
- Confía en tu intuición a la hora de tomar decisiones. Las personas más afortunadas toman decisiones teniendo en cuenta su intuición y sólo las razonan posteriormente.
- Sé optimista ante la vida. Tener una actitud positiva te permitirá sobreponerte ante los reveses y te ayudará a creer en que te sucederán cosas buenas, así será más fácil que te esfuerces, no te rindas ante las dificultades y acabes consiguiendo tus propósitos.
- Convierte la mala suerte en buena. Piensa que no existe nada que sea totalmente malo ni totalmente bueno, incluso la mejor de las cosas tiene sus inconvenientes y la peor tiene sus ventajas. Cuando te sucede algo negativo, imagina que las cosas podrían haber sido mucho peores, pero que afortunadamente no lo son.
La suerte depende de tu forma de pensar y actuar,
¿A qué esperas para conseguirla?