Cómo Afrontar un Ataque de Ansiedad

ataque de pánicoLa Ansiedad es una emoción adaptativa que nos prepara para responder mejor ante situaciones de peligro potencial, pero cuando ésta se manifiesta con excesiva frecuencia, intensidad, duración o en ausencia de tales situaciones, puede convertirse en patológica. Esto es lo que ocurre en los Ataques de Ansiedad.

Pero, ¿Qué es un Ataque de Ansiedad o Pánico? Es la aparición súbita e inesperada de un miedo o temor intenso de corta duración y sin razón aparente. Durante este episodio, la persona manifiesta síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, escalofríos o sofocos, sensación de ahogo, temblores, mareos, dolor en el pecho y nauseas; y síntomas emocionales como sensación de irrealidad, temor a perder el control, volverse loco o morir.

Las personas que han experimentado un ataque de pánico suelen desarrollar una ansiedad anticipatoria, es decir, una actitud de expectación o preocupación constante por el temor a que las crisis se repitan, que suele generar cambios en su comportamiento haciendo que eviten aquellas situaciones o lugares que asocian con mayores probabilidades de tener nuevos episodios, o con una mayor dificultad de huir o de recibir ayuda en caso de una nueva crisis, lo que se denomina Agorafobia.

Así, para Prevenir o Afrontar un Ataque de Ansiedad es necesario tener en cuenta las siguientes Recomendaciones:

  • Intenta no pensar en lo que te está ocurriendo y distráete pensando o haciendo otras cosas.
  • Ante un ataque de pánico solemos hiperventilar, es decir, respirar de forma más rápida y superficial haciendo que aumente la cantidad de oxígeno en nuestro cuerpo y disminuya la de CO2. Por ello, es importante que respires lenta y profundamente, reteniendo durante unos segundos el aire y expulsándolo muy poco a poco.
  • Cambia los pensamientos negativos o catastróficos por otros más ajustados a la realidad:

– “Va a darme un infarto” por  “Si fuese un infarto el corazón se pararía de golpe; que vaya tan rápido es justo lo contrario”
– “Voy a desmayarme” por “Me ha bajado la tensión, por eso tengo esta sensación”
– “Me estoy ahogando” por  “Estoy tomando demasiado oxígeno, justo lo contrario al ahogo”
– “Me siento enfermo, voy a vomitar” por  “Voy a empezar a respirar profundamente para encontrarme mejor”
– “Estoy volviéndome loco” por “Estar loco implica estar fuera de la realidad, yo por el contrario soy excesivamente consciente de lo que ocurre”
– “Veo luces, estoy perdiendo la razón” por “Mi organismo reacciona ante el peligro haciendo que mis pupilas se dilataden para ver mejor, por eso veo luces”

  • Practica frecuentemente técnicas de relajación, como la Relajación Muscular o la Respiración diafragmática, para estar más tranquil@.
  • Expónte a aquellas situaciones o lugares que evitas, así podrás comprobar que, en algunas ocasiones,  el ataque de pánico no aparece;  y si aparece, la ansiedad va poco a poco disminuyendo sin que te ocurra nada.

¡No permitas que la ansiedad o el miedo paralice tu vida!

 

Miedos o Fobias

Fobias

Desde la niñez, todas las Personas hemos experimentado en algún momento miedo hacia algo. Sentir Miedo es una respuesta normal y adaptativa cuando se desencadena ante un peligro real y con una intensidad proporcionada al mismo. Sin embargo, cuando nuestros miedos no cumplen alguna de estas condiciones podríamos estar ante una Fobia.

La Fobia es un miedo o temor intenso e irracional hacia algo que representa poco o ningún peligro real y que interfiere significativamente en nuestra vida, generando algunos síntomas como palpitaciones, sensación de presión en el pecho, respiración agitada, dolor de cabeza, temblores, sequedad en la boca, tensión muscular, pérdida o aumento de apetito, problemas para dormir y cursos de diarrea y estreñimiento, entre otros.

Existen muchos tipos de Fobias, dependiendo de cuál sea el estímulo que produce el miedo, aunque entre las más comunes suelen estar el temor a las alturas o acrofobia, a los lugares públicos o agorafobia, a los espacios cerrados o claustrofobia, a situaciones sociales cotidianas o Fobia Social, a los túneles, a conducir en autopistas, al agua, a volar, a los animales y a la sangre.

Sean del tipo que sean, las Fobias tienen algo en común, y es que la Persona hace interpretaciones tremendistas, catastróficas y negativas que anticipan amenazas que no lo son en la realidad. Por ello, la mayoría de las Personas  tratan de evitar el contacto con el estímulo que le produce temor, manteniendo así el miedo en el tiempo al no concederse la oportunidad de exponerse al estímulo y comprobar que efectivamente éste no supone un riesgo real.

Así, si crees que puedes tener una Fobia, te aconsejo que hagas uso de las siguientes Estrategias:

  • Trata de exponerte gradualmente al estímulo que te produce el miedo hasta que la intensidad del temor se vaya reduciendo progresivamente. Esto te permitirá experimentar por ti mismo que ante él no te ocurre nada malo.
  • Cambia la forma de interpretar las situaciones que te producen temor por otras más realistas y positivas.
  • Aprende a disminuir tu nerviosismo o ansiedad, buscando un lugar tranquilo, respirando profundamente, tensando y relajando diferentes grupos musculares o imaginando que te encuentras en un lugar en el que te guste estar.

«Aprende a interpretar y manejar tus miedos y no permitas que éstos controlen tu vida»